Vilallonga fue detenida por la Policía Nacional el pasado 4 de enero, junto a cuatro colaboradores de su tienda esotérica de Barcelona -de los que dos siguen investigados- acusados de estafar a una anciana, que aceptó someterse a varios rituales, algunos inexistentes, por el control psicológico que ejercían sobre ella.
El caso ha tenido una fuerte repercusión mediática, hasta el punto que algunos de los tarotistas que trabajan para ella, en su línea, la han dejado y te comentan en confidencia que el escándalo les ha afectado mucho, hasta el punto que casi no hay llamadas.
Esas fuentes nos informan que se están produciendo llamadas de gente del entorno de Pepita Vilallonga para ofrecer todos los espacios televisivos donde ella se publicitaba, y que no puede mantener por sus altos costes.
Las mismas fuentes nos indican que les están pidiendo casi lo mismo que lo que pagaba ella, y nadie está aceptando comprar esos espacios televisivos.
Por otra parte la famosa vidente sigue sin hacer declaraciones, y ha negado ante el juez, el pasado 24 de enero que haya estafado a la anciana 300.000 euros.